Sólo un paso más,
tragándome el vértigo.
Me asomo y veo la nada.
Me atreveré, saltar...
con los ojos cerrados.
Demonio de la perversidad.
Cuando ya no hay qué perder
y no ves nada a ganar...
¿Qué más da blanco que negro?
Mis pedacitos dispersos.
Recuerdo el último abrazo,
no olvido el primer beso.
Todo no ha sido bastante.
O demasiado. Será eso.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada